¿Qué es la EPOC y cómo pueden ayudar los pulsioxímetros?

Los niveles de oxígeno en la sangre reflejan la cantidad transportada por los glóbulos rojos y un indicador de qué tan bien nuestro sistema respiratorio está asegurando un intercambio de gases adecuado. Nuestros cuerpos tienen mecanismos específicos que mantienen las concentraciones adecuadas de gases y sustancias necesarias para la vida cotidiana.

El sistema respiratorio protege el intercambio de gases eficaz

El sistema respiratorio juega un papel importante en la fisiología humana al preservar el intercambio eficiente de gas. Cuando una persona inhala, el aire ingresa por las fosas nasales y las vías respiratorias superiores, donde se filtra y humedece. El vapor de agua se agrega al aire inhalado y se canaliza lentamente hacia el tracto respiratorio inferior y hacia sacos de paredes delgadas llamados alvéolos.

Los alvéolos se encuentran adyacentes a pequeños vasos sanguíneos llamados capilares. Es la aposición de estas estructuras lo que permite la difusión de gases entre las membranas de paredes delgadas. El oxígeno del aire inspirado se dispersa en la sangre, mientras que el dióxido de carbono se intercambia de la sangre al aire alveolar. El oxígeno disuelto en la sangre luego se distribuye al resto del cuerpo.

El oxígeno es vital para el funcionamiento normal del cuerpo.

Una de las principales funciones del oxígeno en el cuerpo es la producción de energía derivada de la descomposición de los alimentos en un proceso llamado respiración celular. Los alimentos se componen de unidades básicas conocidas como carbohidratos, grasas y proteínas. La energía se produce cuando la célula descompone estas unidades alimenticias básicas con la ayuda del oxígeno derivado del sistema de intercambio de gases. La energía producida suele estar almacenada en los enlaces químicos de unas moléculas llamadas Adenosina Trifosfato o ATP y puede utilizarse para realizar todo tipo de trabajos, desde tareas sencillas como la digestión involuntaria de alimentos hasta otras más complejas como hacer ejercicio o bailar.

Diferentes tipos de enfermedades del sistema respiratorio.

Tres tipos principales de enfermedades pueden afectar el sistema respiratorio. El primer tipo se ocupa de enfermedades que pueden afectar las vías respiratorias e incluye cualquier forma de obstrucción. El segundo tipo involucra a aquellos que causan daño al tejido pulmonar. Por último, el tercer tipo incluye aquellos que alteran la circulación o los vasos sanguíneos que irrigan el pulmón.

A nivel internacional, una de las enfermedades comunes que afectan a los pulmones es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (también conocida como EPOC).

¿Qué es la EPOC?

La EPOC se caracteriza por una reducción persistente del flujo de aire y se presenta con un empeoramiento progresivo de la disnea, desde la dificultad para respirar con el esfuerzo hasta la eventual disnea incluso en reposo. Es potencialmente mortal y se estima que está infradiagnosticado en gran medida.

La enfermedad se desarrolla lentamente y por lo general se hace evidente entre los 40 y los 50 años de edad. Junto con la dificultad para respirar, otros síntomas que pueden acompañar a la enfermedad incluyen tos crónica (una tos que dura más de ocho semanas en los adultos) y producción excesiva de esputo (la secreción mucosa del tracto respiratorio inferior).

La EPOC puede causar dificultad y discapacidad para realizar tareas diarias como subir un tramo de escaleras, cargar equipaje e incluso actividades sencillas como bañarse. A medida que avanza la afección, los pacientes afectados pueden experimentar episodios breves de empeoramiento de los síntomas o exacerbaciones, incluido un aumento de la dificultad para respirar, la tos y la producción de esputo.

La causa principal de la EPOC

Entre varios factores de riesgo que causan esta enfermedad, el humo del tabaco se ha identificado como la causa principal, incluida la exposición pasiva o el humo de segunda mano. Otros determinantes que pueden influir en el riesgo de contraer EPOC incluyen la contaminación del aire (interior y exterior), motas de polvo y productos químicos ocupacionales y antecedentes de infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores durante la niñez.

Anteriormente, la enfermedad era más común en los hombres. Sin embargo, recientemente, las tendencias han demostrado que ahora afecta a hombres y mujeres por igual debido al aumento de los niveles de tabaquismo entre las mujeres y la mayor exposición a la contaminación del aire interior, como la que se puede inhalar durante la cocción y la calefacción.

La EPOC se sospecha inicialmente en aquellos que presentan los síntomas mencionados anteriormente de tos, producción excesiva de esputo y empeoramiento de la disnea. Se puede realizar una prueba respiratoria de diagnóstico llamada espirometría en pacientes sospechosos. Implica medir cuánto y con qué rapidez se puede exhalar aire en una respiración forzada.

La EPOC puede provocar una disminución de la saturación de oxígeno de la sangre

Debido a la reducción del flujo de aire, los pacientes con esta afección a menudo tienen una saturación de oxígeno en la sangre inferior a la media. Para las personas normales, la saturación de oxígeno promedio debe estar entre el 95 y el 100%. Para los pacientes con EPOC, la saturación de oxígeno cae a aproximadamente 88-92%. 3 Esto está por debajo de lo "normal", pero puede considerarse "aceptable" debido a la presencia de la afección.

Habiendo dicho esto, por lo tanto, es esencial tener un control regular de los niveles de oxígeno. La cantidad de oxígeno en la sangre se puede medir de dos formas.

Formas de medir el oxígeno en la sangre.

Primero, el oxígeno se puede medir con una determinación de gases en sangre arterial (ABG). Es una prueba en la que se extrae sangre de una arteria (generalmente en la muñeca) en lugar de una vena. Las arterias están mucho más arraigadas que las venas y están más estrechamente asociadas con los nervios. Por lo tanto, la ABG puede ser un procedimiento bastante doloroso. Sin embargo, es más preciso y proporciona una medición del nivel de oxígeno en presión parcial (PaO2).

Otro método menos doloroso y más conveniente es usar un dispositivo llamado oxímetro de pulso como el Anillo Wellue O2. Calcula la cantidad de oxígeno en la sangre enviando luz infrarroja a los capilares de los dedos de las manos, los pies o los lóbulos de las orejas y midiendo la cantidad reflejada, que es proporcional a la saturación de gases. Los dispositivos como el Wellue O2Ring pueden rastrear los niveles de oxígeno cada segundo y tienen una función de alarma de oxígeno bajo. Esta alarma sería útil ya que vibrará cuando el nivel de oxígeno sea bajo para llamar la atención del usuario y notificarlo. Tener este tipo de dispositivo también puede registrar y crear un informe y un análisis detallados de los conocimientos sobre la salud del usuario. Un anillo de pulsioxímetro como el Wellue O2Ring también puede proporcionar la máxima comodidad que incluso mientras duermen, no tendrán problemas para usar dicho dispositivo. Al día siguiente, el paciente puede verificar y monitorear su salud durante la noche a través de una aplicación en su teléfono o una computadora.